Cuán grande es Él – Chris Tomlin

“Cuán grande es Dios”

Devocional de Passion, Feat. Cris Tomlin
Por Matt Conner

Él permanece de edad en edad 
y el tiempo está en sus manos 
Principio y fin Principio y fin
La Deidad Tres en Uno
Padre, Espíritu e Hijo
León y el Cordero
León y el Cordero”

¿Alguna vez has considerado verdaderamente la grandeza de la creación? 
¿Qué hay de la grandeza de Dios? 
¿Alguna vez ha realizado un largo viaje en coche por el campo, lejos del resplandor de la ciudad, para encontrarse rodeado de un espacio abierto y vacío? 
Lejos de todo punto de conexión, 
¿alguna vez has mirado hacia la expansión de los cielos y te has encontrado capturado por la belleza de la vida más allá de la tuya? 
¿De cuán pequeñas se sienten nuestras propias vidas cuando se nos presenta un escenario tan grandioso de lo inexplorado que tenemos ante nosotros?

Es una lección de humildad considerar algo tan grandioso. 
Es la misma sensación cuando nos encontramos con alguien famoso o cuando observamos una obra de gran arquitectura. 
La grandeza de un objeto o persona reposiciona nuestra visión de nosotros mismos incluso cuando miramos otra cosa. Ciertamente lo mismo puede decirse de la grandeza de Dios. 

Las Escrituras hablan del tema para crear una sensación de asombro y asombro en nosotros. Pero hay mucho más en esa grandeza que también se explora en las Escrituras.

Génesis 1:1 declara grandiosamente que
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra”, pero no olvidemos el Salmo 139:13.
Allí David reconoce: “Porque tú creaste lo más íntimo de mi ser; tú me entretejiste en el vientre de mi madre.”

Parte de lo que hace grande a Dios es que es tanto un Dios del universo entero como el Dios que te ha conocido íntimamente desde antes de que existiera el tiempo. 
Él también es:
fiel (I Corintios 1:9), 
eterno (Deuteronomio 33:27), 
santo (Isaías 5:16), 
y cualquier número de otros descriptores que podamos encontrar usando nuestro débil vocabulario. 
Y, sin embargo, Él es infinitamente más que cualquiera de estas caracterizaciones.
El Dios que ha sido adorado en todo el mundo durante miles de años es el mismo Dios que adoramos hoy. Omnipresente, omnipotente, omnisciente, no hay nadie como Él en el universo. 
El mismo Dios que sabe lo que el futuro depara a las naciones y evita que la tierra se desvíe de su eje y nos envíe al olvido, es también el mismo Dios que conoce el número de cabellos de nuestra cabeza (Lc 12,7) y siempre está a nuestro lado (Hebreos 13:5b).

Verdaderamente Él es grande y muy digno de alabanza.