Solamente en Cristo – Passion, feat. Kristian Stanfill

Solamente en Cristo
Por Lindsay Williams

“Pero tú, Israel, eres mi siervo.
Eres Jacob, mi primera elección, descendiente de mi buen amigo Abraham.
Te traje de todo el mundo, te llamé de todos los rincones oscuros de la tierra, Diciéndote: ‘Eres mi siervo, sirves a mi lado.
Te he elegido.
No te he abandonado’.
No tengas miedo..
Yo estoy contigo.
No hay necesidad de temer porque yo soy tu Dios.
Te daré fuerzas.
Te ayudaré.
Te mantendré firme, te sujetaré con firmeza”.
Isaías 41:8-10

El miedo es un amigo no deseado con el que la mayoría de nosotros luchamos todos los días. Miedo al fracaso. Miedo a la decepción. Miedo al dolor. Miedo a lo desconocido. El miedo nos sigue a todas partes y nos aferramos a él como a un salvavidas. Sin embargo, el miedo es un tema sobre el que Dios es muy claro en la Biblia: “Así que no temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios. Yo te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra justa” (Isaías 41: 10).

Se nos ordena no vivir con miedo porque tenemos todo lo que necesitamos en la persona de Jesucristo. Por eso vino como un bebé. Por eso murió. Por eso venció a la muerte. Para que no tuviéramos que tener miedo.

No hay culpa en la vida,
no hay miedo en la muerte
Este es el poder de Cristo en mí
Desde el primer grito de la vida
hasta el último aliento
Jesús manda mi destino

Los que no están en Cristo piensan que la muerte es el final, pero los creyentes saben que no es así. La muerte es sólo el principio. Su vida, muerte y resurrección no fueron en vano. Su muerte selló nuestro destino. Pase lo que pase en esta vida terrenal, podemos descansar en la seguridad de que servimos a un Dios justo que se preocupa hasta de las cosas más mundanas de nuestro día.

Él vino para que tuviéramos vida, y en medio de ese hermoso intercambio, nos dio la libertad. Libertad del pecado. Libertad de la adicción. Libertad de los celos. Y sobre todo, libertad del miedo.

“Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Por lo tanto, no se preocupen por el mañana, porque el mañana se preocupará por sí mismo.
Cada día tiene sus propios problemas” (Mateo 6: 33-34).

Dios promete darnos la gracia suficiente para cada día, pero debemos fijar nuestros ojos en Jesús y no permitir que las distracciones que este mundo nos lanza nos desalienten. Su amor por nosotros es incondicional. Su sacrificio, inigualable. Su gracia, suficiente. Todo lo que necesitamos para este día se encuentra sólo en Cristo.

Encuentro mi fuerza, encuentro mi esperanza Encuentro mi ayuda, sólo en Cristo Cuando el miedo asalta, cuando la oscuridad cae Encuentro mi paz, sólo en Cristo Doy mi vida, lo doy todo Canto mi canción, sólo a Cristo El Rey de reyes, el Señor de todo Todo el cielo canta, sólo a Cristo.